Bienvenidos a Terra delle Sidhe, su nombre deriva de la profunda experiencia de un bosque único y encantado, el territorio de las Sidhe, nombre dado a las hadas en la antigua lengua gaélica.

Utero materno que protege y da refugio a un sin fin de seres, inmerso en un bosque de mágicos y seculares castaños que, a modo de verdaderos hunts o árboles parlantes emergen desde magníficas rocas volcánicas esculpidas por el paso del tiempo y marcadas por las cicatrices de una cultura etrusca tan antigua como sabia.

Tierra de luz y contrastes, adentrarse en el corazón de este bosque es una experiencia para los sentidos: animales como el puerco espín, el gamo, el ciervo, el jabalí o el tejo, además de una infinidad de pájaros cantores y pequeñas rapaces colorean y sorprenden a cada paso del visitante, sin olvidar los atardeceres y las noches inundadas de estrellas y sonidos misteriosos de otro tiempo.

Belleza natural y exuberante, una infinidad de flores, setas y pequeños frutos embriagan con su aroma y sabor únicos el alma de aquéllos que se adentran en el corazón de este microuniverso élfico.

Realidad y fantasía se confunden a cada instante y la magia se revela cómplice de todo aquél que crea en los sueños y se confiese amante de la vida en su forma más pura y divina.